14 de abril, visita a GURS

GURS, HISTORIA Y MEMORIA DE ESPAÑA

Organiza DPTO. FILOSOFÍA.

Casi todo el mundo conoce la tragedia sucedida en la Segunda Guerra Mundial, pero poca gente ha conocido de primera o de segunda mano, el miedo y el dolor así como las condiciones que ciertas personas llegaron a experimentar, el Campo de Concentración de Gurs es sin duda un lugar que si bien no nos permite ni siquiera imaginarnos los horrores de esa guerra, nos enseña sobre el dolor y los errores y, si estamos dispuestos a escuchar lo que nos tiene que decir, nos puede ayudar a prevenir otra catástrofe de esas proporciones.

 Los ejemplos que tenemos más a mano, como Auschwitz o Majdanek, nos podrían llevar a la conclusión de que Gurs, al igual que estos últimos, fue construido por el Régimen Nazi, pero esto no podría estar más lejos de la realidad, ya que este campo de concentración tuvo un propósito inicial de ayuda y apoyo al país español que, inmerso en su guerra civil, estaba sangrando en refugiados que huían a través de las montañas en busca de seguridad. Al empezar la guerra en Europa, Gurs fue redestinado como una especie de cárcel para presos y disidentes políticos o personas que se consideraran aliadas del Régimen Nazi y, en tiempos de la Francia de Vichy, durante los cuales ese fragmento del país franco no era sino un “títere” del Gobierno del 3er Reich, recibió finalmente su último propósito: el de albergar a judíos y personas consideradas peligrosas por el Gobierno Nazi, así como acoger un transporte de judíos alemanes enviados hasta Gurs desde Alemania por dicho gobierno.

Como ya se ha indicado, muchos españoles (sobre todo republicanos y disidentes del Régimen Franquista, de toda España y, principalmente, de Aragón) se vieron exiliados teniendo su acogida en Gurs; se estima que hasta 24.520 refugiados ocuparon el campo cuando, durante la Guerra Civil Española, aún servía como ayuda a los expatriados españoles. Según los registros históricos, poco después, durante el gobierno antisemita de la Francia de Vichy, 1.515 presos españoles que se encontraban en el campo de concentración se vieron abandonados por el gobierno de su país. Ante la pregunta del Régimen Nazi a Franco sobre qué debían hacer con los españoles de Gurs, el dictador se limitó a contestar que “todos los españoles están en España”.

No hace falta mencionar que la calidad de vida durante ese periodo era absolutamente lamentable y la insalubridad del lugar, así como la falta de alimentos y recursos médicos básicos, causaron una inmensa cantidad de muertes; pero sin duda la mayor tragedia fue la que sufrieron aquellos que desde Gurs fueron transportados directamente a campos de exterminio como los ya mencionados Auschwitz o Majdanek.

Es difícil imaginar que un paisaje como el de esa zona pueda ocultar un lugar que ha visto horrores que nosotros no podríamos comprender, aunque la visita a este campo de concentración puede acercarnos a la realidad que todas esas personas vivieron y sufrieron.  Existen como ésta muchas otras piezas de historia provenientes de la guerra que, sea por dificultad o vergüenza, hemos “olvidado” o evadimos cuando nos enfrentamos a ellas, pero debemos hacer un esfuerzo por condenar estos actos contra la humanidad, sea por nosotros como sociedad, o sea por aquellos que murieron como ganado en el matadero, a quienes debemos paz y respeto.

Para terminar, y remarcar así las experiencias vividas por muchísimos ciudadanos inocentes, voy a repetir una frase de Raymond, nuestro guía durante la visita al campo:

“En Gurs a la gente no se la mataba, en Gurs la gente se moría de hambre, disentería, y de pena por no poder volver a España.”

Alberto Guerrero Bardají, Filosofía. 1ºB de Bachillerato